La cremallera

"No vine a arrodillarme, vine a conquistar"

lunes, 26 de septiembre de 2011

Échate crema.

Señoras y señores,

Si pudiera ofrecerles sólo un consejo para el futuro, sería este: usen protector solar.
Los científicos han comprobado los beneficios a largo plazo del protector solar, mientras que el resto de consejos que les voy a dar se basan única y exclusivamente en mi propia experiencia.

He aquí mis consejos:
Disfruta de la fuerza y belleza de tu juventud. O mejor no me hagas caso. Nunca entenderás la fuerza y la belleza de tu juventud hasta que se haya marchitado. Pero créeme, dentro de veinte años, cuando mires viejas fotos comprenderás, de una forma que no puedes comprender ahora, cuántas posibilidades tenías ante ti y lo guapo que eras en realidad. No estás tan gordo como imaginas.
No te preocupes por el futuro. O mejor preocúpate, sabiendo que preocuparse es tan efectivo como tratar de resolver una ecuación de álgebra masticando un chicle. Lo que sí es cierto es que los problemas que realmente tienen importancia en la vida son aquellos que nunca pasaron por tu mente, esos que te sorprenden a las cuatro de la tarde de un martes cualquiera.

Haz todos los días algo a lo que temas. Canta. No juegues con los sentimientos de los demás. No toleres que la gente juegue con los tuyos. Relájate. No pierdas el tiempo con los celos. Unas veces se gana, otras se pierde. La competencia es larga y, al final, sólo compites contra ti mismo. Recuerda los elogios. Olvida los insultos (pero si consigues hacerlo, dime cómo). Guarda todas tus cartas de amor. Quema los viejos recibos de la luz, del agua, del gas. Estírate.

No te sientas culpable si no sabes muy bien qué quieres de la vida. Las personas más interesantes que he conocido no sabían qué hacer con su vida a los 23 años. Es más, algunas de esas personas aún no lo saben a los 40. Toma mucho calcio. Cuida tus rodillas. Sentirás la falta que te hacen cuando empiecen a fallar.

Quizás te cases, quizás no. Quizás tengas hijos, quizás no. Quizás te divorcies a los cuarenta. Quizás bailes La Macarena en tus bodas de oro.

Hagas lo que hagas, no te enorgullezcas ni te critiques demasiado. Siempre optarás por una cosa u otra, como todos los demás.

Disfruta de tu cuerpo. Aprovéchalo de todas las formas que puedas. No tengas miedo ni te preocupes de lo que piensen los demás. Baila. Aunque tengas que hacerlo en el salón de tu casa. Lee las instrucciones aunque no las sigas. Nunca leas revistas de belleza, porque únicamente conseguirán que te sientas más feo de lo que eres.

Aprende a entender a tus padres. Será tarde cuando ellos ya no estén. Ama a tus hermanos. Son el mejor vínculo con tu pasado, y serán ellos los que te acompañarán en el futuro. Entiende que los amigos vienen y se van. Pero hay un puñado de ellos que debes conservar con mucho cariño. Esfuérzate por no desvincularte de un lugar y un estilo de vida, porque cuanto más pase el tiempo, más necesitarás a las personas que conociste cuando eras joven.

Vive en cualquier ciudad una vez, pero múdate antes de endurecerte demasiado. Vive en cualquier otra ciudad una vez, pero lárgate antes de ablandarte demasiado. Viaja.

Acepta algunas verdades ineludibles: los precios siempre subirán, los políticos siempre mentirán y tú también envejecerás. Y cuando lo hagas, añorarás las vivencias de tu juventud. Los precios eran razonables, los políticos eran honestos, y los niños respetaban a sus mayores. Respeta a tus mayores.
No esperes que nadie te mantenga. Puede que recibas una herencia, tal vez te cases con alguien rico, pero nunca sabrás cuánto durará.

No te hagas demasiadas cosas extrañas en el pelo, porque cuando tengas 40 años, parecerá el de alguien de 85. Sé cauto con los consejos que recibes, y ten paciencia con quienes te los dan. Los consejos son una forma de nostalgia. Los abuelos dan consejos, por no estar ya en disposición de dar malos ejemplos. Dar consejos es una forma de sacar el pasado de la basura, limpiarlo, ocultar las partes feas y reciclarlo, dándole más valor del que tiene.

Pero créeme en lo del protector solar...

3 comentarios:

  1. Pero..... tú cuántos años tienes niño???
    Viajar por el espacio ralentiza el paso del tiempo. Lo contrario es viajar a Lituania. Creo.
    Con 43 te puedo decir que la dentadura es casi igual de importante que las rodillas.
    un beso sobri. Sigue sorprendiéndome.

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  2. Me encanta: que los días, los momentos, cada segundo, no te pase desapercibido. Captas, observas, percibes, sientes, aprendes...Que con tu edad puedas decir estas cosas, dice también que vives intensamente, enriqueciéndote de todo. Vas progresando mucho hacia esa "sabiduría" que para mi es el sentido de nuestra existencia.Sobrino, es un privilegio tenerte cerca, quiero seguir aprendiendo de tí. Un orgullo para tus padres y abuelos (que han tenido mucho que ver en todo esto).

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  3. Gracias, gracias por dejármelo dicho.


    Touché.

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